La vida de los familiares de guardias civiles y militares no es sencilla. Se pasan momentos de angustia, de preocupación, momentos de tristeza, momentos de soledad. Sus ausencias y la peligrosidad de su trabajo hacen que tengan que sacar entereza, a veces de donde no la hay. Pero qué satisfacción saber que lo hacen por vocación de servicio, porque son capaces de sacrificar todo, incluso su propia vida, por los demás.
Las familias asumen esa entrega, lo cual no quiere decir que, en determinadas ocasiones, flaqueen. Uno de los objetivos de Vence es crear un foro de reunión. Así que tranquilos, no estáis solos. Contadnos vuestras experiencias. Os dejamos el enlace al blog "Esperando el regreso" (La Retaguardia), con vivencias con las que, quizá, algunos os sintáis identificados.
Comments