Mexicana-americana de primera generación, Jacky Montalvo creció en Los Ángeles, California. Sus padres emigraron de México a los Estados Unidos a los veinte años, buscando seguridad y una vida mejor.
En casa hablaba español, mientras que con los amigos usaba el inglés. Su familia en Los Ángeles era pequeña, ya que la mayoría de sus parientes vivían en México o en otras partes de los Estados Unidos. Vivir en Los Ángeles fue reconfortante debido a la diversidad cultural de la ciudad, lo que le permitió conocer a personas de diversos orígenes. Al estar cerca de México, visitaba a su familia allí al menos una o dos veces al año. Estos viajes fueron su primer contacto con el viaje y la experiencia de conocer un nuevo país le sorprendió.
Jacky nos cuenta que, a los siete años, suplicaba a sus padres que la dejaran quedarse unas semanas más con sus primos en México, y ellos aceptaban. Sumergirse en su estilo de vida era emocionante y despertó en ella la curiosidad por el mundo. A medida que creció, decidió dar un salto y vivir en un nuevo país, eligiendo España.
Inspirada por historias de personas que vivían en el extranjero y enseñaban inglés, Jacky investigó y consiguió un trabajo antes de mudarse. En septiembre de 2019, se hizo realidad. Trabajó como asistente de profesor en un instituto público en Madrid durante un par de años, luego paso a dar clases particulares a niños y adultos. Durante los últimos dos años, ha estado enseñando en Milcom.
Según ella, esta experiencia ha sido reveladora, enseñándole a adaptarse a diferentes personalidades y estilos de aprendizaje, haciéndose más adaptable y abierta a nuevas perspectivas. "Es increíblemente gratificante ayudar a alguien a alcanzar sus objetivos", asegura. "Entiendo la importancia y el valor de aprender un idioma, especialmente aquí en Europa, donde puede abrir puertas a nuevas oportunidades en el trabajo, la cultura y el crecimiento personal".
Para aquellos que consideran aprender un nuevo idioma o mejorar, Jacky les anima a luchar contra la resistencia que les retiene. "Abrazar los desafíos, incluso los que menos quieren enfrentar, conduce a una transformación profunda. El esfuerzo constante, aunque sea un poco cada día, suma significativamente con el tiempo".
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