En el mes de abril de 1984 la Compañía de Zapadores Motorizada de la Agrupación Mixta de Ingenieros de Alta Montaña (AMIAM) de la desafortunadamente desaparecida Brigada de Infantería de Alta Montaña (BRIAM) realizó unas maniobras en la localidad de Aniés, antes de realizar maniobras se ponía en contacto con el ayuntamiento donde estaban previstos los ejercicios e informaban en que iban a consistir para que diera su aprobación. Se hacía un reconocimiento del lugar por parte del capitán y brigada de cocina para valorar la ubicación del campamento, lugares donde desarrollar los ejercicios y las capacidades de abastecimiento de la localidad para informar a los posibles proveedores, panadería, carnicería, ultramarinos, bar o bares del incremento que suponía la presencia de la unidad militar, lo que también favorecía al comercio local. Dentro de los ejercicios programados por los zapadores de esta compañía una era prácticas con el teleférico ligero de montaña. El ayuntamiento, conocidas las características de este equipo, propuso si era posible la instalación del mismo desde la pista que lleva hacia la Ermita de la Virgen de la Peña hasta la propia ermita y así poder subir materiales de construcción para el mantenimiento de la misma dada la dificultad para transportar este tipo de materiales por la senda que conducía hasta la ermita. Durante la semana que duraron las maniobras los vecinos del pueblo acercaron con sus tractores y remolques sacos de yeso, cemento, arena, ladrillos, etc. que se subieron a la ermita. Uno de estos días durante la comida de la compañía, el sargento Agustín Aznar Sánchez le propuso al capitán de la compañía la posibilidad de canalizar uno de los manantiales que cruzaba la pista dado el buen trato de la gente del pueblo y hacer una fuente que recordara nuestro paso por el mismo, buscando una piedra grande donde poner nombre a la fuente porque sabía cincelar la piedra pues procedía de una familia de canteros. La propuesta se aceptó y se procedió a canalizar el manantial y a la búsqueda de una roca que reuniera las condiciones para poder ser una referencia y cincelar el nombre de: “FUENTE DEL INGENIERO ZAPADOR”. Pasados más de treinta años, el teniente coronel Ramón J. Menéndez, que era teniente en aquel momento y que también era miembro de la misma compañía, coincidió con el subteniente Aznar (entonces sargento) y le comentó que la fuente seguía en pie y muy bien mantenida. De esta coincidencia surgió la idea de transmitir el origen de la fuente y hacer entrega al Excmo. Ayuntamiento de Aniés de una memoria y de un cuadro con las fotografías de su origen y treinta años después, de 1984 a 2014. A raíz de la entrega de la memoria en 2018, tiempo después ya superada la pandemia, una asociación cultural del pueblo se puso en contacto con el antiguo sargento para ver si podía dar una charla y presentación sobre la historia de las maniobras realizadas en 1.984 y cometidos de los militares en el ejército de tierra. En 2022 se hizo la presentación y una vez terminada la misma, las personas mayores recordaban con agrado el paso de los militares y la fuente es conocida en el pueblo como la Fuente de los Militares. Como esta historia real, hay muchas parecidas cuando los ejercicios se realizaban en las poblaciones de todo el territorio nacional. Significaba acercar la cultura de la defensa a la población civil algo muy recomendable en la actualidad.
Teniente (reserva) Agustín Aznar Sánchez.
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